En el año 1946, al asumir la presidencia Juan Domingo Perón, se ahondan las estrategias económicas que se orientan hacia un modelo de crecimiento sustentado en la expansión industrial, en el mercado interno y la redistribución de ingresos. De tal manera, se dan las bases para una nueva etapa en la educación técnica oficial que exhibe un gran protagonismo del Estado y que conforma un verdadero un sistema de educación con orientación técnica. Ese sistema se articula y organiza, a partir del año 1944, dentro de la Comisión de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP).
La creación de la Universidad Obrera Nacional en el año 1948 tuvo como principal objetivo la formación de ingenieros especialistas surgidos de los propios sectores del trabajo del país y el destino específico de la actividad de sus egresados es claramente definido como la actividad fabril y la recuperación de la economía nacional. En síntesis, la novel institución se diseña y se pone en práctica girando en torno a un nuevo sujeto educativo: el obrero industrial. Se pensó además para romper el paradigma académico clásico de la universidad Argentina basada en el predominio del conocimiento teórico.
Esos planes de reivindicación del obrero argentino en un plano integral y en el plano específico de su calificación profesional, quedan evidenciados en tres pilares: la Constitución Nacional de 1949; el Primer Plan Quinquenal; y las Leyes de ordenamiento del subsistema de Educación Técnica dentro del Sistema Educativo Argentino, en especial las leyes relativas a la creación y funcionamiento de la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional.
• La Constitución Nacional del ´49 consagraba en su Capítulo III Artículo 37, los derechos del Trabajador, de la Familia, de la Ancianidad y la Cultura. En su Título I – Del Trabajador, inciso 5 rezaba : “ Derecho a la capacitación : el mejoramiento de la condición humana y la preeminencia de los valores del espíritu, imponen la necesidad de propiciar la elevación de la cultura y de la aptitud profesional, procurando que todas las inteligencias puedan orientarse hacia todas las direcciones del conocimiento, e incumbe a la sociedad estimular el esfuerzo individual proporcionando los medios para qué en igualdad de condiciones todo individuo pueda ejercitar el derecho a aprender y perfeccionarse. “
• El Primer Plan Quinquenal, aprobado en el año 1946 consagraba el principio de democratización de la enseñanza mediante la igualdad de oportunidades de acceso para todos y la implementación de mecanismos de compensación para aquellos que no tuvieran los medios necesarios para acceder a los beneficios de la escolaridad. Hacía hincapié en la necesidad de una formación profesional en el nivel medio y de preparar obreros oficiales para todas las especialidades.
• Las leyes de ordenamiento del sistema educativo:
1.- El decreto 14.530/44 del 3 de Junio de 1944 que crea la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP) dentro del ámbito de Secretaría de Trabajo y Previsión. Este decreto que fue luego perfeccionado por los decretos 6.648/45 y 554/45 no sólo reglaban la creación de establecimientos educativos sino que incursionaban en temas tales como seguridad y condiciones generales de trabajo que hacían a la protección del menor que trabaja.
2.- Los decretos 15.438/44 y 6.648/45 referentes a la creación de los primeros niveles de la CNAOP y los decretos 17.854/44, 2.071/45, 9.078/48 y 19.379/48 relativos al funcionamiento de la Dirección General de Enseñanza Técnica ,DGET.
3.- La ley 13.229 del 19 de Agosto de 1948 que en su primera parte establece la duración de los estudios del segundo nivel de la CNAOP y en su segunda parte ordena la creación de la Universidad Obrera Nacional dependiente de la CNAOP.
En este marco, se crea la Universidad Obrera Nacional, con sus características particulares y hasta revolucionarias, las cuales quedan sintetizadas en la lectura del “Reglamento de Organización y Funcionamiento de la U.O.N.” de 1952:
• Una verdadera Universidad Federal. Estaba compuesta por Facultades Obreras Regionales ubicadas en distintos puntos de la geografía nacional.
• Una Universidad con participación plena y jerarquizada del movimiento obrero organizado. Su Rector y los Decanos de cada Facultad Obrera Regional debían ser obreros egresados de la Escuela Sindical de la C.G.T., aunque no debían cumplir necesariamente con el requisito de una titulación universitaria. El Vicerrector y los Secretarios de cada Facultad Obrera Nacional debían, en cambio, contar con título profesional.
• Participación Obrera y Empresaria. Contaba con un Consejo Asesor Industrial formado por representantes sindicales y de las organizaciones empresarias para asesorar al Rectorado sobre aspectos de la enseñanza técnica y de fomento de la industria.
• Teoría y Práctica. El Art. 24 indicaba taxativamente la necesidad de integrar la teoría con las aplicaciones prácticas.
• Una Universidad para los obreros. Los alumnos podían ser egresados del 2do Ciclo de la CNAOP (tenían prioridad de ingreso) o de las escuelas industriales de la Nación. Debían demostrar ser obreros mediante certificación extendida por la C.G.T.
Así fue como la Universidad abrió sus aulas el 17 de Marzo de 1953 en las Facultades Obreras Regionales de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Rosario y Santa Fé. En 1954 abrieron sus puertas las de Bahía Blanca, La Plata y Tucumán y en 1955 la Facultad Obrera Regional de Avellaneda. Las especialidades autorizadas por Resolución 34/53 de la CNAOP fueron las de : Ingeniería de Fábrica en : Construcción de Obras, Hormigón Armado, Obras Sanitarias, Construcciones Mecánicas, Automotores, Transportes y Mecánica Ferroviaria, Instalaciones Eléctricas, Construcciones Electromecánicas, Construcciones Aeronáuticas, Industria Textil, para luego sumarse a los dos años: Industrias Químicas, Construcciones Navales, Mecánica Rural y Telecomunicaciones.
Como se ha visto, el surgimiento de la Universidad Obrera Nacional resulta una creación institucional de un particular contexto político, económico y social vigente en el país desde mediados de la década de 1940. Su puesta en marcha significó una innovadora propuesta educativa que reunía los saberes científicos-técnicos con la actividad industrial concreta y su labor apuntaba a la formación de ingenieros especializados en aspectos de la producción fabril. Sin embargo, la preeminencia de los saberes técnicos y de concreción práctica sobre los meramente teóricos rige toda la Universidad y desde luego, genera una contraposición con los criterios que sostienen gran parte de los profesionales egresados de las demás universidades del país.
Es al día de hoy que nuestra Universidad sigue sosteniendo su carácter federal, al tener presencia en todo el país, a través de sus 29 facultades, y además ser una herramienta de movilidad social para la clase trabajadora, al seguir siendo una universidad pública al servicio de la industrialización de la nación y manteniendo aquellos ideales que fueron sintetizados en el discurso del Gral. Juan Domingo Perón en el acto de apertura "La Justicia social, como nosotros la entendemos, no consiste solamente en dar a nuestro pueblo lo material, sino también en prepararlo intelectual y espiritualmente.